Agosto 1940:
Hay mucha gente alrededor mío. Estoy perdida porque todos son muy altos. Me hacen mucho cariño y me besan. Una vez en brazos me dicen «pobrecita». Ha fallecido mi madre. Marzo 1942:
Estoy interna en un colegio de monjas. Hay salas grandes y comedores con muchas mesas e hileras de sillas, habitaciones con hileras de camas. Hay muchas compañeras y me siento sola. Mi padre me puso aquí. Enero 1952:
Conozco a un hermoso joven. Yo tengo 14 y el 17 años. Su pasión es el fútbol y la mía la galería, desde donde lo observo. Somos felices. Marzo 1956:
Estoy en segundo año de enfermería de la Universidad de Chile. Grandes emociones. Conozco a un joven culto y de gran habilidad política. Me enamoro. Enero 1960:
Soy enfermera y tengo mi primer trabajo en neurocirugía. Me doy cuenta de que esto es lo que yo amo y que mis pacientes también lo pueden ver. Noviembre 1962:
Nace mi segunda hija, y así como la primera, la sensación de intensidad es indescriptible. Abre sus ojos y no lloran, sólo me miran. Nunca vi una mirada igual. Julio 1970:
Conozco la experiencia de un adiós para siempre, el de mi esposo. Diciembre 1971:
René llega a vivir con nosotras. Es mi compañero y también mi amigo. Siento como es la felicidad de a dos. Ser cómplices de una unión íntima y de secuencia infinita. Junio 1976:
Ingreso a la cofradía Rosa Cruz. Comienzo a estudiar sobre la verdad, el camino a la iluminación, el amor, el respeto y la misericordia de Dios. Agosto 2014:
Siento una separación del alma y también del cuerpo. Ha fallecido René. Me deja un regalo de vida: la paz de lo que fue y el futuro que vendrá.