Julio 1970:
Paso las vacaciones con mis padres en una isla holandesa, Terschelling. Allá estuvo mi padre como joven soldado en los últimos meses de la Segunda Guerra Mundial. Camino y salto alrededor del búnker donde se había escondido mi padre en 1945. No entiendo por qué necesita volver una y otra vez. Abril 1971:
Me cuelgo de unas barras en la escalera de mi casa de dos pisos. Mis padres salieron a comer con unos amigos. Es la primera vez que me dejan solo. Me duelen las manos, tengo miedo, estoy excitado, no sé qué hacer, siento algo muy fuerte entre mis piernas, en todo mi cuerpo, me pierdo y me caigo al piso, pero sólo siento un leve dolor en las piernas. Ya no tengo miedo. Septiembre 1971:
Mi primer día de escuela. Voy con una vecina y otra chica de mi edad que vive cerca de mi casa. Todo me parece pomposo y emocionante, con ese gigante cono-bolsa del primer día de colegial en la mano, pero sólo tengo ojos para esa chica. Cuando llegamos a la escuela, la miro con mis gafas negras y le digo: «Cuando grandes, casémonos». Ella me mira y dice que no me cree. Agosto 1973:
Paso unas vacaciones con mis padres en un pueblo muy cerca de los Alpes. Un sábado llega Gerd Müller, el delantero más famoso del país y quizá del mundo en esa época, con el Bayern München a jugar un partido amistoso con el equipo local en una cancha chiquita. Después del partido se me acerca y me sacan una foto junto a él. Casi me desmayo de felicidad. Mayo 1976:
Juego con unos vecinos en el patio de mi casa. Nos ponemos máscaras de buceo y simulamos sumergirnos en el mar. Un amigo, dos años mayor que yo, tiene una máscara de dos vidrios chiquitos. Yo tengo una con un vidrio grande, mucho mejor que la otra. Me pregunta mi amigo si se la cambio y dice que la suya es mucho mejor que la mía. Accedo y entiendo el mundo, me quiero morir. Abril 1980:
Estoy con unos amigos en la casa de Dödl, haciendo música. Estamos solos, sin padres. Hemos conseguido una buena dosis de hachís en el colegio que fumamos con ansiedad. Muy volados, tocamos nuestros instrumentos, escuchamos «The Dark Side of the moon» y flipamos. De repente oímos la puerta, son los padres de Dödl. Comienza la pesadilla. Diciembre 1984:
Salgo a dar una vuelta en un bosque con la moto todo terreno que me ha regalado mi padre al cumplir 18. Es un día muy frío con heladas. En uno de los saltos deslizo y choco con un árbol. Mi mano derecha duele mucho. Vuelvo a casa llorando. La moto tiene golpes, pero anda. Mi madre me ve llegar y me lleva al hospital. Mayo 1985:
Vamos a la playa Pirata, tomamos sol, fumamos, bebemos, bailamos hasta la madrugada. Conozco a Gritt y decidimos ir en moto hasta el faro que está en la punta de la isla. Nos miramos durante horas y vemos la salida de sol más linda de nuestras vidas. Octubre 1997:
Camino con Birgit por las sierras de Málaga en Andalucía. Hace calor, estamos con poca agua y se hace tarde. Queremos volver más rápido y salimos del camino señalizado. Después de una larga caminata por un terreno agreste nos encontramos arriba de un precipicio rocoso y no sabemos qué hacer. Bajamos por un sendero angosto y peligroso. Durante la cena en el pueblo nos sentimos más vivos que nunca. Enero 2001:
Llego a la ciudad en la que siempre quise vivir y tengo cinco años por delante. Es verano, mucho calor, mucha humedad. Camino por primera vez del centro a San Telmo. Absorbo el ambiente, respiro los nuevos aires. Son casi las doce de la noche, veo una parrilla vacía, entro y tomo asiento debajo del ventilador. Pido mi primer bife, papas y vino. Olvido quién soy.