Enero 2004:
Llegando al concierto de Iron Maiden al que voy con mis amigos, me doy cuenta de que me dejé la entrada en mi casa. Mi padre me la viene a dejar y de pasada me dice: «Que te vaya bien, 'aweonao'». Nunca me había dicho esa palabra antes. Me impacta y me causa demasiada gracia. Septiembre 2005:
Tengo a la venta una entrada para un concierto de Slayer y Megadeth. Una amiga me dice que su hermana está interesada. Yo no sabía que ella tenía una hermana. Nos ponemos de acuerdo y nos juntamos en una plaza cercana. Al llegar, ella está vestida de negro. La encuentro bien atractiva y me emociona aun más que escuche heavy metal. Marzo 2011:
Me contratan en la Universidad Santa María de Valparaíso como fotógrafo en el área de deporte y recreación a pesar de no tener título y haber estudiado otra carrera. Marzo 2014:
Me meto a un grupo de bicicletas y vamos a pedalear al cerro. Todos son mejores que yo, pero ese compañerismo de esperar al nuevo, darle ánimos y andar por senderos entre los árboles se vuelve impagable para mi. Noviembre 2014:
Después de decirme por muchos años que algún día aprendería a tocar piano, por fin logro juntar el dinero para inscribirme en una escuela de música y realizar uno de mis sueños. Junio 2015:
Por fin logro sacar andando del «garage» mi primer auto, después de poner mucho empeño y varias rabias en arreglarlo. Agosto 2016:
Parten de viaje las personas que más quiero. Sin despedida ni nada, dejándome un sabor bien amargo. Noviembre 2016:
Realizo mi primer viaje en solitario a Huilo-Huilo. Logro ser yo mismo, y eso me alegra en demasía. Abril 2017:
Voy a Quillota a ayudar a pintar un mural y a hacer fotos. Al llegar a la casa me topo con tres gatos, mis tres primeros amores gatunos. Junio 2017:
Nos juntamos con unos amigos para hacer nuestra primera cerveza. Al principio es un poco caótico, pero después vamos completando las etapas. Los olores, crear algo de la nada, el sueño y las emociones al terminar dejan un sabor épico.