Abril 1996:
Mi abuelo me trae una bolsa llena de caramelos. Ninguno de los dos quiere que mi abuela se entere de que la tengo. Así que me escondo abajo de su cama. Agosto 1996:
La profesora de danza dice a mis padres que no me lleven más porque soy muy traviesa. Julio 1997:
Ando en la misma bicicleta que mi madre. Me quiero hacer la graciosa y meto un pie en los rayos. Me ponen un yeso. Ni me importa, salgo a jugar y a correr igual. Noviembre 1998:
Le pido a mis padres que me cambien de colegio. Quiero escribir con lapicera y en este colegio no me dejan. Mayo 2001:
Dejo de odiar a una compañera y decidimos ser mejores amigas. Julio 2004:
Mi tío preferido, mi padre por elección propia, se convierte en ángel. Marzo 2009:
Mi perro, que nunca sentí como mío, me muerde y lastima mucho. Me deja su mandíbula tatuada en mis rodillas y en mi brazo. Noviembre 2011:
Me doy cuenta de que ser payasa es lo que me gusta. Encuentro mi nueva pasión: la nariz roja. Julio 2014:
Decido desprenderme de una persona para volver a ser yo. Marzo 2016:
Me propongo volver a estudiar una vez más. Además de mi nariz roja, creo que esta vez encontré lo que me gusta: ser correctora de textos.