Abril 1968:
Está totalmente oscuro. Toco una pared delante de mí. Otra al costado. Me vuelvo frenéticamente y estiro mi brazo. Otra pared. Silencio. Soledad. Lloro hasta que me atrapa el sueño. Junio 1969:
Blanco y negro, una luz delante. Es media tarde y empieza a oscurecer. Huelo el olor de la madera tirado en el piso. Una voz anuncia el gran logro y yo me esfuerzo por retener esas imágenes en la memoria. Agosto 1970:
Siento el vidrio caliente y la luz del sol contra mi cara. Miro por la ventana la tarde y veo la carreta con los mimbres y los caballos avanzando por la calle empedrada. Me siento bien. Enero 1971:
Me levanto, los demás se quedan. Sigo al mozo a través de la puerta vaivén. Ruido a metales, un gran salón blanco. Blancos los techos, blanca la luz y blancos los delantales. Una orquesta de ollas y sartenes sueltan aromas y por primera vez imagino sabores nunca probados. Noviembre 1974:
Estoy en el patio, aurora y bandera se arrían. No puedo moverme, se me estrujan las entrañas. Un olor nauseabundo inundado de vergüenza. No aguanto y dejo un charco marrón bajo mis pies. Quiero desaparecer y no puedo. Marzo 1988:
Confianza y fluidez. Calor y sopor. Ansias, infinita alegría y el placer de sentir una y otra vez. De diferentes maneras como si fuera la primera vez. Dueño de vos, esclavo tuyo. Noviembre 2000:
Estoy esperando que me perdones, tomo tu mano y me preparo para registrarlo todo. Tus ruidos, tu dolor y el llanto irrumpe en la sala. Es blanca, roja y azul. Soy otro, todo ha cambiado. Soy papá. Diciembre 2009:
Estoy sentado, excitado y ansioso. En mis brazos el bulto pequeño, cuidado, limpio. Espero un rato, el primer instante de tu vida. Te miro. Se abren tus ojos profundos. Estás despierta. Siento tu mirada, la vida me mira. Junio 2010:
Con las manos aún con olor a almendra y oporto tomo tu mano. Estoy muy cerca de ti, suena tu respiración forzada. Te miro como se mira la última vez. Desconecto la máquina. Todo es silencio, termina el dolor y empiezo a escuchar mi llanto. Junio 2016:
Suena el opus 32 para violín, piano y orquesta. A tu lado siento tu mano fría, están todos alrededor. Una luz entra por la ventana. Me despido, te vas y por primera vez en mi vida siento la certeza de mi propia muerte.