Agosto 2001:

Estoy en el patio del colegio. Salimos en fila para irnos a casa. Me detengo. «Cerrá los ojos y poné la boca», le digo a mi amiga y le regalo mi primer beso.

Noviembre 2003:

Mi tía atiende el teléfono de su casa. Es tarde, pero todavía estoy despierto. «No le digo nada, ¿no?», pregunta. Al rato corta. Falleció mi abuelo.

Enero 2006:

Llego a San Bernardo. Mis papás están felices, con mi hermana no lo podemos creer. Nos vamos a quedar un mes y medio de vacaciones en la playa.

Febrero 2010:

Miro por la ventana del micro y saludo. Toda mi familia mira emocionada desde abajo. Me voy solo a otro país por primera vez.

Diciembre 2010:

El teatro está lleno. Salgo a bailar con una alegría enorme. Veo a mi familia emocionada en el público. Por primera vez participo en el cuerpo estable del ballet.

Noviembre 2011:

Veo el mar desde una avioneta. Aparece un pedacito de tierra. Soy feliz. Estoy llegando a Isla Margarita.

Diciembre 2012:

Salgo corriendo de la universidad. Quedo ciego por la espuma. Siento huevos reventar en mi espalda. Gritos. Pintura chorreando por mi cuerpo. Es un día feliz. Me recibí.

Junio 2013:

Estoy nervioso. La beso, me besa. No logro disfrutar del todo, pero la estoy pasando hermoso. Acabo de tener mi primera vez.

Diciembre 2016:

Bailo, canto, salto, estoy desaforado. No me doy cuenta, pero todos ríen a mi alrededor. Por primera vez mi familia me ve borracho.

Agosto 2017:

Llego a la casa de mi novia. Nos sentamos en la mesa. No acepto el mate que me ofrece. Hablamos. Lloramos. Cortamos.