Febrero 1997:
Vacaciones en Valeria del Mar con mi papá. Vamos a andar a caballo. Tengo mucho miedo y unas bermudas puestas. Cuando me bajan, mis piernas rojas arden de irritación. Noviembre 1999:
Formamos una ronda en la clase de música. Los guardapolvos abrochados. Juan Manuel me da un beso. El profesor nos manda a la dirección. Febrero 2003:
Conozco a Pancho. Tiene un collar con la letra «P». «Tenés la P de Pancho», le digo. «No», responde. «Es por Paula, mi novia». Es la primera vez que me rompen el corazón. Septiembre 2004:
Me subo a la primera fila de la montaña rusa. Después de las primeras vueltas se frena de golpe, los pies cuelgan a kilómetros de distancia del piso. Tardan horas en bajarnos. Octubre 2005:
Jugamos la Copa Jetix. Hay música fuerte en la cancha, los padres alientan atrás del alambrado. Quedamos afuera en el primer partido. Diciembre 2007:
Somos seis adentro de un cubículo del baño del colegio. Fumamos porro por primera vez. No me pega pero finjo que sí. Agosto 2010:
Me regalan un labrador dorado, lo nombro Román. En el taxi de vuelta a casa me hace pis encima. Cuando llegamos dormimos una siesta en el sillón, él se acomoda arriba de mi panza. Somos un sueño arriba de otro. Agosto 2012:
Soy la primera en llegar al Hospital Favaloro. Esa noche mi hermano tiene el pecho abierto durante diez horas para que le trasplanten pulmones nuevos. Abril 2014:
Vamos con Fede al recital del Indio Solari en Gualeguaychú. Tenemos barro hasta las rodillas y hace mucho frío. Nos abrazamos al grito de «sólo te pido que se vuelvan a juntar». Enero 2018:
Mi abuela me cuenta que abortó cuando tenía mi edad. Su mamá nunca se enteró.