Julio 1978:
Estoy parado con mi amigo Federico en el patio del jardín de infantes. Estamos solos. Dentro ya ha comenzado el acto de celebración del Día de la Independencia. Nadie viene a buscarnos. Septiembre 1980:
Sale a la venta un nuevo álbum de figuritas y mis padres se oponen a gastar el dinero en eso. Mi abuela me propone un trato: robarle plata a mi abuelo y esconder las figuritas en su casa. A cambio yo no le diré a nadie que ella se compra chorizo seco y lo esconde en el gallinero. Ninguno delata al otro. Septiembre 1991:
Estoy en el colegio secundario y decido, con dos amigos, presentarme a un concurso de teatro juvenil. Escribimos, dirigimos y protagonizamos una obra llamada «Arte y Sociedad». Mi objetivo, uno solo: decirle a todo el pueblo que soy gay. Todos lloran. Yo siento la hipocresía. Marzo 1993:
Llego a Buenos Aires. Me siento como una provinciana que viene con su maleta a la gran ciudad para cumplir un sueño. Tengo mucho miedo. Siento la soledad como nunca antes la sentí. Me refugio en la literatura, el teatro y la pintura. Octubre 2000:
Me he comprado una casa, una propiedad horizontal en ruinas e inhabitable. Acabo de hacer todos los trámites. Abro la puerta y me siento solo en el piso. Miro a mi alrededor. Lloro desconsoladamente. Diciembre 2000:
El 15 de diciembre me mudo a mi nueva casa, ya reformada. Mi pareja trabaja todo el día en la ciudad de La Plata y llega tarde cada noche. Yo tengo tanto miedo de estar solo que no puedo relajarme y lo espero sentado en la vereda. Julio 2004:
Estoy en viaje hacia el Festival de Teatro de Rafaela en una combi, con periodistas. Recibo un mensaje de texto de una amiga diciéndome que quiere presentarme a Hugo, que siente que debemos conocernos. Lo hace. Diciembre 2004:
Después de dos meses de reformas, volvemos a nuestra casa. Es la primera navidad con él y con mi familia. Él cocina como un gran anfitrión. Siento estar exactamente en el lugar deseado. Diciembre 2005:
Con los pocos ahorros que tenemos, decidimos hacer nuestro primer viaje juntos. Vamos a Brasil. Estamos solos en un hotel inmenso. Nos sentimos poderosos, eternos. Abril 2017:
Los dos hemos estado viajando mucho y hace un tiempo que no nos vemos. Hoy vuelve a casa y yo decido esperarlo con comida casera. Comemos y tomamos vino. Dos horas después nos separamos.