January 1970:
Estoy en el puesto de venta de diarios y revistas de mis padres, y me doy cuenta de lo importante que serán para mí todas esas letras escritas que no puedo leer, ¡porque todavía no aprendí!
January 1970:
Es temprano y estoy en la calle, todavía en camisón, admirando la bici nueva que me trajeron los Reyes Magos. Mamá nos mira a las tres y sonríe porque no dejamos de saltar de la emoción.
January 1970:
Me niego a vivir en casa de mis suegros. Mi novio y yo nos compramos un departamento.
February 1970:
Nace nuestra hija Anja en Fráncfort.
March 1970:
Escucho como todos los días el radioteatro de la tarde. Piden un niño para un personaje. Le pido a mi madre que me lleve. No escucha mi pedido.
May 1970:
Cuando llego a casa de la escuela al mediodía, mi hermana pequeña está en el hospital. Diagnóstico: malaria cerebral. Por la noche entra en coma y, al día siguiente cuando sale el sol, su alma libre e indomable nos abandona para siempre.
July 1970:
Paso las vacaciones con mis padres en una isla holandesa, Terschelling. Allá estuvo mi padre como joven soldado en los últimos meses de la Segunda Guerra Mundial. Camino y salto alrededor del búnker donde se había escondido mi padre en 1945. No entiendo por qué necesita volver una y otra vez.
July 1970:
Conozco la experiencia de un adiós para siempre, el de mi esposo.
July 1970:
Pregunto la hora. Alguno de los médicos contesta. «No puede ser. Tiene que haber pasado más tiempo, debo haber estado desmayada», les digo con voz débil por los esfuerzos. Entonces corren a mi cabecera, me toman la presión, hablan alarmados en voz baja. Está por nacer mi segunda hija y yo tengo 24 años. La edad en que creía que iba a morir. Debe ser esta la proximidad de la muerte, pienso. Y nace la niña.
August 1970:
Siento el vidrio caliente y la luz del sol contra mi cara. Miro por la ventana la tarde y veo la carreta con los mimbres y los caballos avanzando por la calle empedrada. Me siento bien.
September 1970:
Con mi hermano nos estrujamos de la risa al ver abuelitas con el cabello de color violeta.
September 1970:
Entramos en el colegio por primera vez. Dieciocho niños de seis años cogidos de la mano en fila. Toda la escuela está presente en el aula. Los estudiantes, los profesores, todos hacen un zumbido constante. «Hmmmmmmmmmmm». Son como una inmensa colmena humana que nos da la bienvenida. Y yo lo sé: aquí empieza mi vida.
September 1970:
Estoy en el jardín de infantes. Hoy celebramos los cumpleaños de los compañeritos y cada uno debe traer algo para comer. Mi madre preparó un arrollado de dulce de leche. Lo pruebo y siento algo duro al masticar. Al volver a casa mi madre me pregunta si comí el arrollado y si estaba rico. Le digo que sí pero que había algo duro que costaba masticar. Me había comido un diente.
September 1970:
Hace siete días que a mi madre la mandaron del sanatorio a casa, desahuciada por un cáncer de huesos. Son las 3 de la tarde y, en medio de su inconsciencia, empieza a ahogarse. Yo, que estoy en su habitación, salgo corriendo por el departamento lleno de parientes y amigos. Cuando llego al último cuarto, mi madre ha muerto.
October 1970:
La abuelita María nos sube a mi hermano y a mí al mesón de la cocina a darnos de comer. Me canta siempre: «Muñequita linda, de cabellos de oro, de dientes de perla, labios de rubí...»
November 1970:
Vuelvo a casa del colegio. Es mediodía. Entro en la habitación de mis padres y están las ventanas abiertas de par en par y el colchón de la cama desnudo. Mi padre me recibe en la puerta. Y mamá, ¿dónde está? Le pregunto. Mamá se ha ido al cielo. No entiendo. Me voy a la cocina a buscarla, pero no está. Nunca más estuvo.