January 1993:
Voy colgado de la mano de mi mamá. Al otro lado, mi hermano. Es de noche y la calle está oscura. El pueblo es terrorífico cuando se va la electricidad. La pelea en la casa de mi abuela fue terrible. Mi mamá va llorando. No sé a dónde vamos. April 2001:
El profesor de inglés me acaba de descubrir haciendo copia en el examen. Carlos Lara me puso en evidencia porque no quise pasarle el papel con el significado de «those» y «these». Mejor me pongo a llorar. February 2004:
Me siento en cualquier lado del salón de clases. No conozco a casi nadie y la camisa me queda grande. Yo solo tengo tiempo para ver a Anderson cuando no se da cuenta. Esos ojos verdes… esos ojos verdes. December 2006:
Voy en el bus que me va a llevar a Bogotá. Me da un poco de miedo, pero más emoción. Se acabó el colegio, me fui de la casa y no sé lo que va a pasar. Solo tengo cabeza para las galletas que compré en la estación. No me alcanzó para la gaseosa. September 2008:
Voy en el bus. Estoy muy nervioso. Me puse mucho perfume. Me estoy arrepintiendo, es difícil respirar. Voy hacia una calle de mala muerte a dónde van solo borrachos y prostitutas. December 2011:
Otra navidad lejos de mi casa. Estoy muy drogado y borracho en el baño del boliche. Deseo que Andrés esté afuera esperándome y no se haya ido porque sinceramente no sé cómo llegar a mi casa. February 2013:
Sentado frente al computador de mi trabajo espero el momento perfecto. Jimmy, mi jefe que ya no quiere pagarnos más y que está sentado en su escritorio perdiendo el tiempo, no sabe que voy a decirle que dejo el trabajo el viernes. April 2013:
La gente sigue dejando billetes de dos pesos y monedas. Se dificulta la sonrisa y mis pulmones ya no pueden más porque hace mucho frío. No se puede trabajar bailando en la calle en esta época del año, a menos que quiera una neumonía. September 2014:
Es un restaurante precioso, parece caro. Hemos decidido ser novios y me voy a mudar con él. El sándwich está realmente delicioso. Nunca he vivido con nadie, románticamente. Voy a servirme más vino y dejar de pensar. February 2015:
Mi mamá no para de gritar como una loca. Claro que imaginé que se iba a poner mal cuando le dijera que soy gay, pero tirar el cenicero de cristal contra la mesa de centro me pareció una exageración. Todos me dijeron que ya lo sabía. A mí me parece que no.